Piñatas...

          Se dice que las piñatas son originarias de china. Marco Polo durante... etc.
          Consistían en un principio en vasijas de barro y como siempre, buscando abaratar los costos, los constructores empezaron a fabricarlas de varillas de caña forradas de papel. En su interior  se colocaban dulces y baratijas de moda.
           Durante algunos festejos las colgaban para que los niños, con los ojos vendados y armados de garrotes las rompieran disputándose los regalos, ja ja ja ja (no entiendo, en  la televisión funciona).
            En México fueron adoptadas incondicionalmente y por supuesto utilizadas por la religión. En efecto, le agregaron siete picos que representaban los siete pecados capitales. No me extenderé explicando la moraleja.
             Pero hete aquí que a  causa tal vez de lo difícil que resulta distribuir siete puntos equidistantes en una esfera o por desacuerdos éticos no es raro ver piñatas de seis picos (¡TE DIJE QUE NO ERA PECADO!) o ¡hasta de diez! (ya me parecía que tocar la viola...)
             Nada más. ¡Qué lindas son las piñatas!