martes, 4 de octubre de 2011

"LA PREGUNTA"


      Planteándome LA PREGUNTA durante mucho tiempo, solamente me quedaron dos opciones de respuesta: 1) Gran parte de lo que somos (instintos, funciones y toda esa magia) es ajena a nuestro conciente y aunque pretendemos despreciar su razón de ser es porque estamos a años luz de comprenderla. 2) Lo otro que queda es nuestro intelecto, a veces ingenuo (sin provocar ternura) y la mayoría de las veces patético (provocando, según nuestro estado hepático, indiferencia y hasta asco).
     Muchas de las actitudes que atribuimos al (2) en realidad son realmente comandos del (1) encubiertos V.G.: El Amor (nótense las mayúsculas, ¿no es patético?).
     El laboratorio del (1),luego de exhaustivos análisis y asombrosamente rápidas mediciones, decide que las características de determinada hembra son apropiadas para la procreación con tal macho de la misma especie. Es un éxito científico... pero no, obsérvese la cantidad de papel que se ha gastado en tratar de describirlo desde el punto de vista (2). Emocionantes poemas, excelsas músicas etc. etc.
    Acaso soy un ser insensible. No, soy humano. He sentido, solo que ahora la vejez me deja más tiempo para la especulación y tengo una sospecha: ¿No será todo el (2) solamente un sutil mecanismo del... (UNO)...

6 comentarios:

Fernando Terreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Terreno dijo...

La entrada me hizo acordar a un párrafo de "La saga/fuga de JB" de Gonzalo Torrente Ballester. Disculpas por lo largo, pero lo copio acá:
"Al amor hay que desacralizarlo, y a los jóvenes hay que imbuirlos en la idea de que eso que hasta ahora se llamó Amor, con A mayúscula, no es más que el despliegue coaccionado, cuando no impedido, de la sexualidad, actividad natural que los hombres nos hemos empeñado en mixtificar por el procedimiento de hacerla difícil o imposible."
Voy a tratar de escanearte las dos páginas que dedica al tema. Descuento que te reirás de lo lindo.
Un abrazo.

juan pascualero dijo...

Fernando: ¡Es increíble! Eso me pasa por no registrar en Agadu mis originales investigaciones.
Entendiste bien pero no todo...

andal13 dijo...

Ah, yo para mí que el (2) está sobrevalorado, en tanto que el (1) está subvaluado. Los humanos tenemos cierta tendencia a creernos más intelectuales/espirituales que corpóreos, mientras las bacterias, que carecen por completo de berretines, se seguirán cagando de risa cuando nosotros ya no estemos.

Anónimo dijo...

Dios no existe.

juan pascualero dijo...

Andrea: Es cierto, la sobrevaloración del intelecto corre por cuenta nuestra (¡Qué vergüenza!)
Anónimo: Se vé que ud. es de las personas creyentes. Hay que tener mucha fe para aceptar las millones de casualidades que dieron como resultado la vida. Conste que yo no creo en ningún dios religioso.