jueves, 17 de septiembre de 2009

CUENTO-CHARADA

Mucho se ha especulado al respecto pero yo personalmente creo que nunca lograràn conocer la verdadera razón. La gran mayoría apuesta a la combinación de medicamentos que estaba tomando. Hay quien aduce influencias astrológicas... Todo el mundo lo considera un milagro sin pensar que la vida misma es un milagro. Pero claro... la vida es algo muy común y ésto es un fenómeno único.
En fin, estos detalles no me interesan. Estoy demasiado angustiado para prestar atención. Y desconcertado... ¿Qué será de mí?
Mientras pude protegerla del acoso de científicos, periodistas, parientes y de todos los que pretendían obtener alguna ventaja del asunto estuve por lo menos entretenido y me sentía parte de la cosa. Ahora estoy solo y vacío...
Es fácil, aunque a veces sea muy doloroso, perder los afectos por las causas que todos conocemos. Más tarde o más temprano aprendemos a olvidar o a convivir con eso. Pero ésto es distinto.
Durante un tiempo ella quiso acompañarme. Su lealtad me emocionó pero fué peor.
Como el proceso se desarrolla en una curva logarítmica negativa, los entendidos calculan que se detendrá en un par de años. Nadie sabe si se revertirá. De todos modos ya todo cambió, nada volverá a ser lo mismo. Mi desasosiego es infinito...

9 comentarios:

Unknown dijo...

A la pipeta!!!!
Me mataste...
Esta charada tiene que difundirse.
Avisaré a los navegantes...

Bea dijo...

Yo no digo "a la pipeta!!!", digo que me tocaste las fibras más íntimas. Si hubiese sabido hacerlo...seguro que lo había escrito yo.
Bea

andal13 dijo...

¡No me hagas esto en una mañana lluviosa, junagransiete!


(Es buenísimo sin dudas.)

Bea dijo...

Gracias por preocuparte por mi persona.
Gracias a ti y a tu compañera de ruta.
Gracias por ser amigos de fierro.
Les envía un abrazo que los abarque a los dos,la de la pata enyesada.
Gracias mil, porque realmente no esperaba el llamado.

carmen jiménez dijo...

Heleído tres veces este cuento que de charada tiene bien poco. Al menos lo que yo entiendo por charada. La cuestión es que como soy medio egocéntrica, pues me fijé lo primero en esos medicamentos a los que tanta fe le dedican los que los toman y los médicos que los recetan, y luego están los milagros, claro, que como tú pienso que está en la vida misma.
La cuestión es que luego pasé a esa pregunta tan llena de miedo a lo desconocido y me pierdo cuando él quiere protegerla. Y me pierdo porque no sé si quiere protegerla a ella o a sí mismo. Y me parece casi una prueba de lo que digo, cuando descubro que el que sufre es él y no ella, por mucho que intente aprender a convivir con su vacío y su tristeza y su dolor.
¡Y no digamos cuando llego a la lealtad! Ahí se siente la punzada más terrible del amor.
Pero en lo que no he dudado un momento es en que después de todo este cuento, nada volverá a ser lo mismo.
Disculpa mi extensión pero es que me pillaste en un momento tonto y los cuentos de calidad me cuesta procesarlos más de la cuenta.
Un placer leerte.

carmen jiménez dijo...

Por cierto, disculpen las faltas de "comas" pero lo escribí de tirón.

juan pascualero dijo...

Gracias Media Luna por interesarte en esta bagatela. Debo reconocer que tu comentario es más sustancioso que la entrada.

Bea dijo...

Este comentario, nada tiene que ver con tu posteo, pero sí y mucho con vuestra manera de ser.
Tengo que agradecerles la delicia que me mandaron.
En mi vida comí eso con cucharita y al natural.
Una delicia. Soy pedigüeña, sí, pero yo sé muy bien a quien le pido.
A la prueba me remito.
Este agradecimiento se los tenía que enviar antes, pero el trabajo agobia y no tuve tiempo antes.
Pido perdón por la tardanza, pero...MUCHAS GRACIAS!
Un abrazo para ti y besos a Graciela.

Marta María López dijo...

Oh, me gusta!!

Y sí, Juan, estoy de lo más animada. Me paso por aquí a repartir optimismo :)