domingo, 25 de mayo de 2008

Anácdotas de un pueblo (dedicado) al Santo Pepe

En Santo Pepe sucede casi de todo. Solamente se requiere estar presente en el momento de los hechos pues la versión contada difiere enormemente de la real. No quiere decir esto que los pepianos sean mentirosos. Es que son en su mayoría poetas o filósofos y ya se sabe qué pasa cuando recurren los unos a la famosa “licencia” y los otros a “redondear” su método.
También hay personajes de gran aplomo cuya experiencia les permite dominar cualquier situación. O al menos eso creen.
La siguiente anécdota sucedió en uno de los clubes “sociales” donde lejos de integrarse los elementos de la sociedad se establecían claramente sus diferencias.
En uno de los salones se jugaba a las cartas y aunque la ley prohibía que fuera por dinero, estos clubes estaban amparados por la “personería jurídica”...
Rodeaban la mesa algunos jóvenes de la “hi” pepiana y el viejo Rojas (ni tan joven ni tan de la “hi”).
El más desaforado de los jóvenes había perdido una gran cantidad de dinero y dando visibles muestras de desesperación se había retirado.
Todos quedaron comentando el infortunio del muchacho y alguno más informado hizo conjeturas sobre el origen de los fondos que había dilapidado y las gravísimas consecuencias que esto tendría para él.
Todos, menos el viejo Rojas, quien fiel a su fama de inmutable seguía barajando las cartas con los ojos semicerrados de costumbre y la cabeza inclinada a fin de evitar el humo del cigarrillo permanentemente en su boca.
Cuando el juego se había reanudado y todo parecía haber vuelto a la normalidad, reapareció el perdedor con los ojos llorosos y un revólver en la mano con el que amenazaba matarse si no le devolvían la plata.
Gran consternación en todos los presentes.
En todos menos en el viejo Rojas quien sin dejar de “orejear” sus cartas, con su voz aguardentosa, lentamente sentenció: “Para que salga la bala hay que apretar el gatillo”.
Todavía hay quien dice que fue un riesgo innecesario pero lo cierto es que la bala no salió.

18 comentarios:

andal13 dijo...

Qué lo parió al viejo Rojas...! La tenía clarísima...
Qué escena para una plícula, además... esa frase podría ser el final, y que el espectador se imaginara lo que quisiera...
(Me parece que estoy influenciada todavía por los hermanos Cohen y su "No country for old men" de final trunco).

juan pascualero dijo...

Buena idea la tuya Andrea. Yo estoy influenciado por Felisberto y sus finales diluidos (El acomodador) Gracias por la visita.

andal13 dijo...

Mirá, Juan, ni bien consigamos un par de millones de dólares, comenzamos el rodaje!!!
Andá pensando en la ambientación sonora y musical...

Isabel dijo...

Qué texto! Me gustó! Gracias por pasarte por mi blog, Juan Pascualero. Me siento un poquito más cerca de mi patria. Mis papás son uruguayos y yo también, pero viví allá poquitos años. Saludos.

FLACA dijo...

Ayer o antes de ayer había dejado aquí un comentario. Decía que lo del viejo Rojas es lo que últimamente se llama inteligencia social.Veterano experiente y conocedor del alma humana. Me gustó, además, esa recreación del ambiente pueblerino y del club social.

Unknown dijo...

DE BEATRIZ

Juan: estoy completamente de acuerdo con el comentario que hiciste a K. Él no se da cuenta de que uno hace esos sacrificios no sólo por estética, a veces es por salud. La flaca ya casi no puede estar parada de los dolores en las piernas. Mi hija (a quien bien conocés), nunca le importó la estética personal, pero el traer a sus melli al mundo le trajo una hernia de disco macha e inhoperable...consecuencia: dieta y con mucho sacrificio. Ella quiere seguir su vida con dignidad y estuvo 2 meses sin poder caminar.
Yo estuve 2 años sin poder hacerlo e imposibilitada para todo, entonces ahora a mis casi 60 pirulos, TENGO que hacer dieta para poder seguir envejeciendo con dignidad. Como bien dice K, de este mundo te vas a ir y sin vuelta. Pero es bueno irse lo mejor posible (aunque parezca una paradoja). Mi madre en buen estado de salud me miró y me dijo: me voy con mi viejo. Cerró los ojos y se fue. Eso es irse con dignidad. Además K produce ésto, ganas de matarlo o comentar sobre él. Va a quedar contento con nuestros comentarios. No lo vale. Así que te felicito y no comento mas nada.
Un gran abrazo de una compañera.

ro dijo...

Había sido crack perdido el viejo Rojas. Estaba difícil mantener la compostura en esa circunstancia. Lindo relato, JUan. Tu casa es cálida y tus cuentos también.

Mª Jesús Lamora dijo...

Ay, querido, dígame usted las piezas de acordeón que ha mencionado en mi blog.
Que ardo en deseos de escucharlas.
De verdad que sí.
Y gracias por seguir estando.
Un abrazo fuerte.

Sil.* dijo...

Pascualerooo!! Qué tipo el viejo Rojas (ni tan joven ni tan de la "hi"). En los pueblos y más propiamente dicho en los clubes sociales del interior aun hoy resisten estóicos estos personajes.
Lo que nunca pude comprender es cómo un mazo de cartas le da tanta sabiduría a la gente!! Joder con el tipo che!! Menuda verdad tiró sobre la mesa!!

Te dejo una abrazo gigante che!!

Sil.*

Mª Jesús Lamora dijo...

Vuelvo para recordarle-te
Y para saludarle-te

andal13 dijo...

Buenos días! Vi luz y entré...
Jijiji!

juan pascualero dijo...

Andrea: Qué honor que hayas entrado. ¿Cual luz viste? Me entusiasma pero yo no veo ninguna luz, cada vez menos...

andal13 dijo...

Jijiji!!!
Tenés razón, con esto de las restricciones, cada vez vemos menos!!!

juan pascualero dijo...

Yo te preguntaba en serio. Nuevamente ¿Te abusas?

FLACA dijo...

Gracias,Juan.

Mª Jesús Lamora dijo...

Ahí queda eso.
Espero lo siguiente.

andal13 dijo...

Juan: no soy abusadora, soy impertinente!
Sólo pasé a saludar, nomás...

fede_buho77 dijo...

BUENISIMO!!!!, coincido con Andrea: que buena pelicula podria hacerse con esto, yo propongo a Jarmusch para filmarla en blanco y negro, una joyita de verdad....

El viejo Rojas ademas me dejo flotando a Rodriguez de Paco Espinola tambien...